UN FUTURO FASCINANTE

Hola amigos. Al final del pasado artículo “miedo al futuro” os propuse que pensarais en las ventajas que podríamos tener si en un futuro nos llegáramos a convertir en humanos compuestos solo por tejidos artificiales, en este artículo os mostraré mis reflexiones sobre este tema.
UN FUTURO FASCINANTE
Al nacer y durante la juventud las personas disfrutarían de estas etapas iniciales de su vida con su propio cuerpo de carne y hueso, con todas las sensaciones que nos proporciona nuestro cuerpo. No se perderían las vivencias propias de nuestra infancia, adolescencia y juventud.
A medida que nos vamos haciendo mayores, es normal que aparezcan problemas de salud que hacen que vayamos perdiendo calidad de vida. En esta etapa de nuestra vida se irían produciendo paulatinamente los cambios en nuestro cuerpo. Los órganos viejos y defectuosos serían sustituidos por otros órganos mejorados que permitirían no solo superar las enfermedades, sino mejorar nuestro organismo y capacidades naturales. De esta manera conforme nos hiciéramos más mayores mejorarían nuestros sentidos: veríamos mejor, oiríamos mejor..., mejorarían nuestras capacidades físicas y psíquicas...
Nuestro aspecto también cambiaría, imagínense que nos pudiéramos trasladar de un lugar a otro volando... ¿para que querríamos entonces tener piernas?
VIAJE POR NUESTROS RECUERDOS
Al igual que en la actualidad se puede aumentar la memoria de un ordenador su rapidez u otras características, en un futuro no muy lejano, creo que también se podrá mejorar la inteligencia humana, añadiendo nuevos circuitos a nuestra mente, incluso se podrían hacer copias de los recuerdos y guardarlas en un soporte físico, al igual que se hace en la actualidad con los ordenadores.
También se podrían conectar las memorias de los individuos y compartir toda la información, de esta manera podríamos tener las vivencias de todas las personas, a la vez que nuestra conciencia sería accesible para todos. Podríamos vivir las vidas de todas las personas, y conocer lo que conoce un premio nobel, un científico, un filosofo, experimentar las sensaciones de cualquier persona, etc..., estupendo ¿no creeís?
EL FIN DEL ODIO
En esta situación descrita comprenderíamos los motivos que tienen los demás para actuar de una forma u otra y estos motivos también serían los nuestros.
Podríamos saber la influencia de nuestras acciones en los demás, comprenderíamos el daño o el beneficio que hemos hecho en los demás, porque viviríamos sus consecuencias. A su vez, la persona que ha recibido la acción comprendería los motivos del que la ha realizado pues viviría sus vivencias, de esta manera perdonaría ó agradecería las actuaciones de los demás.
En este futuro podría ocurrir que todos seríamos uno, y no tendría sentido hacer daño a los demás, pues en definitiva nos estaríamos haciendo daño a nosotros mismos.
De esta forma desaparecería el odio, estupendo ¿no?
Alguien podría decir: pero entonces ¡¡perderíamos nuestra individualidad!!. Yo creo que no perderíamos nuestra individualidad, pues nuestra mente seguiría existiendo, aunque integrada con todas las mentes, sería como un ladrillo más de un gran edificio.
EL ECOLOGISTA PERFECTO
Si continuara el desarrollo tecnológico llegaría el día en que el hombre necesitaría cada vez menos recursos naturales para sobrevivir. De esta forma se podría dejar de actuar sobre la naturaleza que seguiría su curso sin ser alterada por el hombre. Fantástico ¿no?
VIDA EN OTROS PLANETAS
En esta época el hombre podría crear dispositivos que viajasen por el espacio en busca de otros planetas donde exista vida, ¿estupendo no creeis?.
Si se encontrara vida inteligente a nuestro mismo nivel se podría interactuar con ellas y enriquecernos mutuamente.
Si se encuentra vida menos desarrollada que la nuestra, creo la mejor actuación sería no hacer nada, pues el choque entre civilizaciones podría acabar destruyendo a la menos desarrollada (cosa que ya hemos visto múltiples veces en nuestra historia). Lo mejor en este caso sería orientar a esta primitiva civilización para que ella sola busque su camino y cuando este lo suficientemente desarrollada, entonces mostrarnos.
LOS HIJOS DEL HOMBRE
En esta época el hombre tendría el conocimiento suficiente para generar vida en un planeta muerto.
La humanidad vería como se desarrollaría esta vida y aparecerían nuevos seres que podrían desarrollar inteligencia. El hombre vería como sus criaturas toman sus decisiones y se alegraría cuando tomaran las decisiones correctas y entristecería cuando tomaran las decisiones erróneas, pero creo que nunca intervendría, pues estas criaturas deberían ser LIBRES, y si el hombre interviniera dejarían de serlo.
Podría hacerse un símil con nuestros hijos: Unos buenos padres dan a sus hijos todo lo necesario para su desarrollo, pero cuando los hijos crecen, los padres respetan sus decisiones pues ya son responsables.

DIOS
Me parece muy extraño que existiendo millones de estrellas en el universo no haya vida en otro planeta y creo que es probable que exista vida más inteligente que nosotros.
Llegando más lejos: ¿y si existe un ser muy superior a nosotros que ha creado el universo y nos ha dado lo que tenemos?
Este ser nos orientaría y se alegraría cuando tomáramos las decisiones adecuadas y entristecería cuando nos equivocamos pero no intervendría en nuestro desarrollo, pues nos habría creado LIBRES, como un padre actuaría sobre sus hijos.
Creo que podríamos comunicarnos con este ser cuando llegáramos a entender las preguntas fundamentales: ¿quiénes somos?, ¿de donde venimos? ¿hacia donde vamos?
La respuesta a las dos primeras preguntas no las sé, pero la respuesta a la tercera pregunta podrían ser estas reflexiones que además podría abrir el camino para resolver las otras dos cuestiones.

RESURRECCIÓN
En la mente de todos nosotros están nuestros seres queridos y desaparecidos, ellos nos han dado la vida y nos han situado donde estamos, sería estupendo poder devolverles la vida. Creo que este sería el reto más importante para la humanidad y quizás nunca se llegue a conseguir, pero ¿qué pensaría un hombre de la edad de piedra si lo pudiéramos trasladar a nuestra época donde podemos volar, comunicarnos con personas a miles de kilómetros de distancia o viajar a la luna? Pensaría que somos dioses. Para él, en su época, todo esto era imposible.
Al igual que el bolígrafo con el que escribo estas reflexiones deja un rastro, ¿y si nuestro pensamiento no deja también un rastro en alguna parte?, y si pudiéramos tener acceso a este rastro ¿no podríamos llegar a ser capaces de reconstruir nuestra conciencia y por tanto a nosotros mismos?

En fin amigos, como podéis ver, las posibilidades del futuro son fascinantes. Yo me despido ya y os invito a que reflexionéis sobre este artículo.
Un saludo y hasta luego.

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